La vida de Frida Kahlo es una sucesión de amor, dolor, sufrimiento, arte y política. Casada con Diego Rivera, amante de León Trotsky y admirada por Picasso, Breton, Duchamp, Kandinsky y todos los intelectuales del momento, Frida Kahlo y su obra triunfaron en el París prebélico de 1939 y en Nueva York, donde fue reconocida como una de las pintoras mexicanas más grandes de todos los tiempos. De ella dijo Picasso a Rivera: “Ni tú, ni Derain, ni yo somos capaces de pintar una cara como las que pinta Frida Kahlo”.