Cuando es enviada a un orfanato, a la edad de ocho años, Beth Harmon pronto descubre dos maneras de escapar de la realidad, aunque fugazmente: jugando ajedrez y tomando las pequeñas píldoras verdes que le dan a ella y los demás niños para mantenerlos sumisos. Antes de que pase mucho tiempo, se vuelve evidente que el suyo es un talento prodigioso y a medida que avanza hacia la cima del ranking de ajedrez estadounidense, se vuelve capaz de forjarse una nueva vida. Pero nunca puede superar totalmente su pulsión por la autodestrucción. Para Beth, hay más en juego que simplemente ganar o perder.