Harvard Square cuenta la historia de una amistad entrañable, desgarradora, divertida y conmovedora entre dos hombres contrapuestos: un judío y un árabe, un erudito y un pícaro, un tímido y un tipo más listo que el hambre, un hombre con porvenir y un hombre sin nada más que «mi taxi, mi nabo y mi dignidad». Los dos tienen el mismo pasado, se identifican y se oponen, y su relación obliga al protagonista a replantearse continuamente quién es quién y sobre todo quién y qué es él. Pero es también una historia al modo de Proust sobre el paso implacable del tiempo, sobre la recuperación de la identidad y sobre la nostalgia de un pasado que nos ha construido mientras huíamos de él. La novela se cierra con un bellísimo mosaico de fantasías y recuerdos que evocan la juventud perdida, el barco de Bizancio, del célebre poema de Yeats, que ya no puede abordarse.