La autora de este libro nos habla de personajes famosos, como Alejandro el Magno o Nerón, pero también de la gente común, de los esclavos, los soldados o los millones de ciudadanos del Imperio que vivían bajo un régimen de ocupación militar. La presente obra recupera sus vidas y costumbres; pero su objeto principal es enseñarnos a disfrutar de la riqueza que representa la herencia de los clásicos, donde hay mucho que sigue siendo vivo y palpitante. Un campo del saber que no es solo tradición, sino también aventura e innovación, donde queda mucho por descubrir y debatir acerca de los más diversos temas: de cuán importante fue realmente Cleopatra, de si Calígula no fue más que un chalado o de cómo se las arreglaron los romanos para adquirir tantos esclavos. “Si los romanos hubieran podido contar en su tiempo con Mary Beard –ha dicho un crítico– conservarían todavía el Imperio”.