“Hay mantras en las hojas de Ragal. Sus poemas operan como los mantras budistas. La reiteración de frases o la enumeración de imágenes que cuelgan de un solo verbo, producen un efecto sedante y a la vez iluminante. El poema se transforma en rueda de oración. Mediante esta insistencia hipnótica los poemas de Ragal adquieren cierta vibración sagrada”. Carlos Franz.