«El territorio del liberalismo es amplio, pero no lo abarca todo. Limita con el conservadurismo por la derecha y con el socialismo por la izquierda, pero esas fronteras son porosas y flexibles.»
“Decirse liberal es como apellidarse Pérez. Hay muchos, aunque no todos son iguales”, afirma Cristóbal Bellolio al comienzo de este libro. Y es que, a su juicio, “el liberalismo es una familia intelectualmente diversa”. De allí que quienes lo suscriben suelan tener dificultades para entender que, al fin y al cabo, forman parte del mismo clan.
